Mis brazos asían con fuerza una almohada de mi cama
la conciencia poco a poco se apoderaba de mi
un despertar tal vez como muchos otros
soñando y despertando a un sueño
paso casi imperceptible de una realidad a otra…
Mis ojos comenzaron a percibir la luz
y el sonido de la ciudad a hacerse presente
una parte de mi ser quería seguir soñando
la comodidad de una cama calientita,
la suavidad de las almohadas
y un tacto que recorría mágicamente
unos cientos de kilómetros.
Al final el triunfo de la conciencia
“tienes que despertar, la vida lo exige”
me incorporé un poco y trasladé las
últimas palabras de mis sueños
a mis primeros momentos de realidad,
el silencio dejó de existir cuando mis labios
pronunciaron: Koby te amo.
Tres sencillas palabras en las que quedaba resumido
un verdadero universo
síntesis que contenía cientos, miles de conceptos,
sentimientos, emociones, acciones, decisiones…
mi vida resumida en tres palabras,
Koby te amo.
Grito de lucha para iniciar una nueva jornada,
confesión profunda de un sentimiento real,
razón de vida, punto central de un presente
que se desvela bello y brillante…
¡Estoy vivo y vivo en el amor!
Un amor jamás experimentado
un amor de conciencia y locura
un amor basado en la estrecha comunicación
en la verdad indiscutible,
en la mutua entrega y compañía,
un amor incomprensible para muchos
pero anhelado por todos…
“Koby te amo”
Resonó en mi habitación
y sé que llego a tu corazón…
Me incliné un poco, miré hacia el buró
y contemplé una fotografía que furtivamente llegó ahí,
estiré mi brazo, tomé el rustico porta retratos
y repetí “Koby te amo”
deposité un cálido beso en el cristal frío
que ante la acción se convirtió en cálida caricia,
lo puse en su lugar de privilegio…
Un día mas que se inicia
en el que mi ultimo sueño
y mi primer pensamiento eres tú.
Koby… te amo.