DirtyMove

Partí un día de un puerto que hasta ese entonces fue seguro y me interné en la aguas de lo incierto, conocí lugares, conocí tierra firme, libre tormentas y leyendas, a mi paso conocí personas, lo único que hace valioso el viaje, me dediqué a intentar se una buena persona, a escuchar, a hablar solo cuando se requería.

Poco a poco solté las amarras de los recuerdos y dejé que mi corazón se liberara, lo deje amar, que para eso fue hecho y me entregue con pasión y amnesia a cada encuentro, a cada sueño, a cada ilusión, hice a un lado la soledad, la califiqué como amiga no deseable, como espectro que no quería ver. Celosa amante que me sigue, permanentemente, que me llama, que me acaricia y de la cual escapo a cada instante.

Mis viajes me llevaron a una isla en la que encontré mucha necesidad de compañía seres bulliciosos con una soledad muy fuerte, seres que en sus bellos avatares escondían miedos, temores, desamor, soledad, tristezas. Pero que también prodigaban alegrías, hacían compañía, algunos se dejaban latir sin temores, otros en el ruido encontraban paz y en la paz soledad, seres que vivían, que caminaban, que se comprometían fijos frente a una ventana.

Las tonalidades del ambiente eran bellas contrastantes, obscuros, claros, llamativos y discretos colores.

Me encariñé de todo eso, me dejé seducir por el bullicio, sin mas escudo que un corazón latiendo, que por sus características, no concordaba con su estuche y me entregué en cada sentimiento, juro que me entregué como si fuera el único y el último, ¡¡después de ese sentimiento no había nada!!

La pluma convertida en teclado, se dejó fluir, llevando consigo palabras y compromisos que es su momento tuvieron todo el valor contenido palabras, que buscaban ojos, que vibraran al ritmo del corazón, que buscaban encontrar empatía, un consuelo, una inspiración...

Escribir y escribir, dibujar, ensamblar imágenes, sin la búsqueda de la fama o el reconocimiento solo buscaba expresar, armonizar, transmitir…

Ha pero mi querida amante, mi perseverante amante, la soledad, siempre cerca, siempre buscando la oportunidad de hacerme suyo, ojos profundos de un negro apasionante y silencioso.

Y pasé de ser navegante a pirata, y pase de ser uno más a ser alguien a quien señalaban, a quien buscaban, algunos por interés, otros mas con cierto cariño, sembraba y a veces cosechaba, escribiendo, siempre escribiendo, expresando amor, placer, dolor, angustia, desesperación.

Todo quedaba registrado, aunque el poeta dice "que las musas no tienen derechos de autor"

Y me entregué, así, con un corazón que intentaba ser cristalino y luchaba contra sus propios demonios, un ser imperfecto, que caminaba como uno mas mientras la multitud te cubre, tus defectos y virtudes quedan ocultos, pero cuando la luz se dirige a ti todo se ve, todo se juzga, todo se critica, a veces se alaba, si, solo a veces, porque el ser humano tiene una tendencia a buscar lo negativo aun en la luz, y me entregué juro que me entregué, no me importo nada, si me veían quería demostrar que soy un ser humano ordinario y normal como todos, sin perfecciones, sin grandes actitudes...

Me preguntaban: ¿Cómo es que escribes así? y respondía tú también puedes solo escribe deja salir tu alma en unas letras, describe lo que sientes, como lo sientes, cuanto sientes, sin temor al fracaso, a la crítica, al dolor.

Que venimos a este mundo a vivir y si existen la felicidad y la tristeza, que si existen la dicha y el dolor son para eso para vivirlos, lo único no permitido es encerrarse en la mediocridad del que no fluctúa, del que no se mueve para no cansarse, del que no intenta para no fracasar…

Y esos mundos me llevaron a muchos corazones, a muchas almas, a muchas bellas personitas y en cada encuentro me entregué con todo mí ser, fuera amistad, pleito o amor. “Condenado pirata que metía la lengua hasta el fondo del hueso de la vida para sacar el tuétano, para saborearlo todo”.

Y encontré ángeles divinos y demonios disfrazados de ángeles y los amé y lloré y me entregué, escribir, entregarse, donarse, sin un rasguño en la piel sin una caricia más que el aire que me rodea, solo mi amante presente, celosa soledad que aprisiona…

Me convertí en lo que soy, lo que ahora soy, mil defectos queriendo amar, buscando con desesperación que esta ventana deje de ser ventana, que el aire que sale del ventilador de esta maquina se convierta en un calido aliento de un bello ángel en el cuerpo de una mujer, que estos dedos que solo teclean se conviertan en caricia cierta de una piel que los quiera recibir y poder decir de frente como es que mi corazón siente…

Aquí estoy, sigo soñando, sigo viviendo, sigo latiendo, ante un futuro incierto y misterioso, robándole segundos a mi tiempo, sigo siendo un pirata embriagado de vida…

DirtyMove


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