Imaginé...

Una caricia llego a mi alma,

tierna tempestad de sonidos,

corazón latiendo,

sensaciones naciendo,

letras que comienzan

a amalgamarse con sonidos,

tintes de realidad…

 

El artista del amor termina su boceto en carboncillo

y comienza a darle color,

color del alma color de emoción,

color de realidad,

tintes de un sentimiento que vive y crece,

que se anida en el corazón,

en lo más profundo del corazón…

 

Al contacto con tu música cerré mis ojos,

imaginé tus labios hablando muy cerca a mi oído

y un deseo muy grande invadió mi ser…

Un beso robado…

Un beso que diera paso al silencio…

Sentir tus labios, saborearlos,

depositar en ese suave movimiento

esta pasión contenida en mi corazón…

Sueño, deseo, esperanza,

deposito de anhelo a un futuro que el alma ansia vivir…

 

Aun en este instante mi corazón tiembla

ante el recuerdo del deseo…

 

Déjame ser ese momento

en el que dos seres se expresan sin palabras

por medio de los labios…

 

 


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