Y el verbo se hizo carne

Los corazones se comienzan a dejar invadir por el ambiente, luces, árboles, figuras de barro, esferas, verdes y rojos, el ambiente externo poco a poco va contagiando al ser interno.

Fechas especiales que se relacionan con el nacimiento de un ser que vino al mundo para mostrarnos el verdadero significado del amor, amor de compromiso, amor de entrega total, amor de sacrificio, amor alegre que se complace en los demás.

Un ejemplo de amor desde un ser humano normal, con todas las limitantes que esto implica y que sin embargo venció.

“Y el verbo se hizo carne” diría San Juan mas tarde porque el verbo amar se personificó. Y atinadamente lo llamó verbo porque amar implica acción, movimiento, compromiso.

Estamos cercanos a celebrar un año más del nacimiento de Jesús y el corazón se apacigua y se abre a la sensibilidad.

Mi corazón ama y este amor que hay en mi tiene humildemente como ejemplo aquel amor que se nos mostró, con las limitantes y egoísmos de mi ser, con mi historia y mis costumbres, con mis penas y mis alegrías, pero que intenta buscar aquella estrella que siguieron los pastores, intenta conjugar un presente ineludible con un ejemplo a seguir.

Tere te amo, con este amor que se me enseñó, imperfecto ser humano queriéndote amar con un amor perfecto.

Tere te amo y quiero amarte siempre, hasta donde el Señor me lo permita.

Hoy más que nunca… TE AMO.


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