Un instante en el mar...

El mar, no se porqué en constantes ocasiones tiendo a él, llamo a su imagen y con ella medito, tal ves, porque su inmensidad me permite perderme en mis pensamientos, tal ves porque su grandeza solo deja espacio para ver en mi pequeñez, tal ves porque allá en el horizonte el cielo y la tierra se tocan, tal ves porque estando en la tierra, puedo admirar la fuerza del agua, el calor del sol y el infinito cielo, tal ves porque es por alguna razón desconocida es una evocación al romance.

Me vi sentado en la arena, contemplando un bello atardecer, meditando en mi escrito del día anterior, impulsos de un corazón, deseos inconscientes de justificación, simples palabras de evocación a un pasado tormentoso que influyen en un presente y un futuro incierto.

Estaba ahí absorto en mis pensamientos, cuando un una especie de corriente eléctrica recorrió mi cuerpo, claramente sentí como una mano se apoyaba en mi hombro derecho, bajando un poco hacia mi pecho, mientras que a mi costado izquierdo una bella figura se sentaba a mi lado, abrazo cariñoso por la espalda, abrazo de acompañamiento, abrazo de dulce sensación. Una mezcla de ternura y paz inundo mi alma, mientras inclinaba mi cabeza oprimiendo su antebrazo contra mi hombro, un gracias silencioso lleno de sentimiento.

Permanecimos así por largo rato mientras poco a poco el fluir de las palabras se fue dando, repasamos capítulos de mi historia, hablamos de nuestros sentimientos, de las consecuencias de ellos, poco a poco fuimos quitando la carga de tradiciones, prohibiciones, expectativas y futuros, para solo dejar el presente y el ahora, deliciosa inconciencia de momentos especiales…

Hablamos de sentimientos mutuos, de cariños, de miedos y deseos, por momentos poesía simple, llana y hermosa… así transcurrió el tiempo, mientras nuestros corazones sentían la caricia de las palabras y calmaban un poco su dolor… Hasta que en un momento, como un imán en esa mágica estampa virtual mi cuerpo giro para verte de frente, un instante de contemplación, un momento en el que mis ojos se llenaron de tu belleza, de tu juventud y tu cristalina mirada, parta depuse culminar con un abrazo, fuerte pero tierno, cercano, muy cercano, dos cuerpos fundidos en uno, sentía el dulce calor de tu respirar en mi oído y el latir de tu corazón en mi pecho. Breves y eternos instantes de dicha y descanso. Al final me retiré un poco, tomé entre mis manos tus mejillas y venciendo una tentación irreverente deposite un cálido beso en tu frente, tal intensidad llevaba el beso que los labios saborearon el instante….

Te vi partir, mientras cada uno de nuestros corazones llevaba una caricia deliciosa y una duda generada por la realidad… ¿Debe ser este solo un instante de bella inconciencia o una historia inconsciente que inicia sin un futuro prometedor, con una única bandera: el amor?

Te alejaste y deleité mi pupila mirando tu esbelto y bello cuerpo perderse en la bruma…

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Una mágica escena virtual nacida de una charla a distancia que quise compartir con ustedes…
Gracias por sus comentarios y su cariño. Dios los bendiga…


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