Al final de la lluvia.

La lluvia había cesado y el sol se asomaba tímidamente, caminaba apurado a mi trabajo cuando me miré en un parque a un niño pequeño sentado en el pasto, a la distancia mi primera impresión fue que estaba solo, pero al acercarme me percaté que su mamá estaba un poco más allá. El niño estaba al lado de un pequeño charquito y con la ropa bastante mojada, con su pequeño dedo índice dibujaba figuras invisibles sobre el agua, me senté un momento a prudente distancia para observarlo, pero su mamá al parecer le dio desconfianza mi presencia y lo llamó y se fueron.

Me quedé solo, mirando el pequeño espejo de agua que se turbaba al caer una gota de vez en cuando, miré un poco más arriba, buscando de donde provenía el agua y descubrí una flor silvestre, que a su vez recibía el agua de la copa de un árbol, la imagen se me hizo hermosa, me acerqué y mire las pequeñas gotas de agua…

Gotas cristalinas que resbalan por la tersa textura de pétalos y hojas, limpiando, purificando, alimentando…

Una suave tristeza invadió a mi alma, una sensación mezcla de paz y melancolía, así como la tormenta había cesado, y solo pequeños y bellos vestigios de su paso habían quedado, así también en mi alma parecía quedar a un lado la tempestad y las lágrimas que quedaban resbalaban suavemente limpiando, purificando, alimentando…

Los momentos dolorosos y los bellos momentos poco a poco dejan de ser presente, triste pero pacíficamente el amor que no había dejado de crecer parece detener su paso y comenzar a resguardarse en el olvido. Caricias que comienzan a verse lejanas, pláticas pasadas que pierden su candidez en el ahora, inspiración que busca su refugio ya no en la ilusión o en el dolor del pasado. Miradas furtivas con cierta ilusión hacia el futuro, aceptando con timidez nuevas promesas, sin remordimientos, sin falsas expectativas…

Corazón amante, corazón ardiente, que no cesará es su empeño de prodigar y cantarle al amor, de buscar un alma que vibre en la misma sintonía, que beba de la misma copa y disfrute de la compañía, sin más futuro que el hoy, sin más pasión que el ahora, sin más restricción que el amor mismo, amor protector, amor respetuoso, amor de los amores…

La lluvia ha cesado, las gotas resbalan y las lágrimas cesan. El sol se asoma tímidamente, pero sé que tarde o temprano brillará con toda su fuerza.


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