Una llama interna.

2008-11-16

Suave caricia otoñal, murmullo de viento ululando entre las ramas de los árboles, fría ventisca acompañando a los últimos rayos del sol, nubes que cambian su blancura por naranjas y rojas tonalidades, apacible paisaje que llama a la reflexión y el romanticismo.

Mirando al horizonte en una espera por instantes tranquila, por instantes inquietante, revuelo de de ideas encontradas agolpando a un corazón enamorado, un corazón que no acepta razones ni tradiciones, un corazón que se niega a abandonar un amor que va mas allá de sus mismas fuerzas.

Una espera que atrae a la realidad si ser llamada, a una parcial realidad, porque el hombre posee razón pero también sentimiento, hay mente, pero también alma, y ambas facetas rigen en alternancia la existencia, decisiones que en ocasiones se rigen por una supuesta y fría sensatez y decisiones de corazón.

El cielo poco a poco pierde su color, la oscuridad poco a poco va inundando el paisaje exterior, mientras en mi interior también una bruma lo invade todo, todo excepto una llama interna que contra toda oscuridad, resplandece intensamente sin ser amedrentada por los pensamientos, esa llama ardiente es mi amor por ti, que en el ocaso de un día, en una batalla interna, sale triunfante como un única verdad.

Amo, puede parecer una aseveración sin razón, una locura contra el futuro, un sentimiento nacido de lo intangible, que arde y se mantiene sin leños, sin contacto, sin miradas físicas. Pero una realidad ineludible, un hoy en el amor.

Amor, inicio y fin de mi día, sentimiento avasallante en mi ser, realidad permanente en mi vida.
 


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