Y en un ataque de ira la vida me llevó al límite, descargando toda su furia de cruel realidad, en un instante se abrió la bruma de la inconsciencia y puede ver una obscura y desconsoladora verdad… Una promesa de intensa soledad, un vistazo a un futuro lúgubre y desconsolador, un abismo real en el que he tejido puentes en el aire, sueños de fantasía, historias de ficción. El amor destinado a ser un recuerdo, un espejismo, una visión en el desierto.
Por más ilusiones, por más esperas, por más bellas pláticas, por más tiernos momentos, por más honestidad, por más dejo de realidad… Quimeras, piedras filosófales, magia barata, historias para el cine, cantos de sirena… Patrañas de la esperanza…

Y en medio del embrutecimiento, del consiente de no hacer conciencia… Una soledad creciente, un abandono latente, un intenso dolor que parte del pasado y se refleja en el futuro atrapando mi presente, un dolor en aumento que por momentos se hace insoportable y que por instantes el único medio de mitigarlo son las lágrimas…

Un dolor que produce un desesperado y ahogado grito…

¡¡¡PIEDAD!!!

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