Misterioso amor.

¡Ah misterioso amor!

Que llegas a nuestra vida y la transformas,

creando de la s cosas cotidianas,

bellos paisajes, bellos encuentros, bellas pasiones…

Amor que fortalece el alma,

que le da vida,

que la ensancha hasta límites insospechados.

Amor que procede de la divinidad

y que nos acerca a ella,

que nos asemeja a ella,

porque si fuimos creados

a imagen y semejanza,

es precisamente en el amor

donde compartimos similitudes…

Misterioso amor

que un día llegas

y en ocasiones un día te vas,

dejando aparentes vacíos dolorosos,

pero que en la realidad solo son aparentes,

solo son momentos de temor y soledad,

porque la verdad viniste a nosotros

para preparar un poco más

a nuestra alma

antes de encontrar el amor final,

el amor eterno, el amor completo.

Y no es liviandad,

no son mariposas que van de flor en flor,

son compromisos que el alma

aprende a vivir para que a la llegada

de la persona indicada

estemos listos para amar.

Y las palabra dichas en el pasado,

y las caricias dadas y los besos robados,

tomarán otro sentido

y se convertirán mágicamente

en el prefacio de una nueva historia

o de un nuevo capítulo

en el libro de la vida.

No nos toca saber cuando llega,

cuando se va

o cuando reinicia de nuevo,

solo está la certeza

de que por amor fuimos creados

y estamos listos y equipados para amar…

Si nos toca despedirlo,

démosle su tiempo de abandono,

despidámoslo con cariño,

guardemos en el alma los bellos momentos,

demos gracias

y continuemos en el sendero.

Si amamos con pasión,

con verdad, con honestidad y compromiso

podemos caminar tranquilos,

que nuestros pasos seguirá

siendo guiados

por el bello y misterioso amor…


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