Quédate conmigo esta noche,
dejemos la cordura
y todo lo que nos impide estar juntos
por un breve instante,
cerremos los ojos
y dejemos volar la imaginación,
dejemos que nuestros sueños sean uno,
un mismo sueño…
Tu, recostada y yo mirando tu rostro,
recorriendo tus facciones,
dejando que la metamorfosis
de la ternura hacia la pasión
siga su curso,
lenta y suavemente,
alimentada por furtivos besos,
besos que poco a poco
se liberan y crecen
en intensidad y duración…
Mi mano sobre tu hombro…
Tómala con la tuya
y guíala por el sendero de tus sensaciones,
en una caricia permanente y cálida,
suave y avasalladora…
Dejemos que el fuego del amor,
consuma nuestros cuerpos,
seamos flamas de la hoguera
del sentimiento universal,
unamos nuestra luz
y dancemos al compás
de un soplo divino,
que el amor creo al amor
y todo parte de él…
Y deja que te abrace,
que tu corazón
casi se funda con el mío,
que nuestros latidos se vuelvan uno,
que nuestros cuerpos se unan
y así permanezcan,
mientras la bruma del sueño
se apodera de nuestra conciencia…
Quiero saludar al primer rayo del sol,
con un ángel en mis brazos,
quiero despertar y darme cuenta
que tú estas ahí,
que no es un sueño,
en mi sueño virtual…
Abre tus ojos,
lee y escucha mí suplica:
¡Quédate conmigo esta noche!
Esta madrugada,
me revela una realidad,
una maravillosa realidad:
te amo.