Miré tus palabras en el monitor
y me llegaron al alma,
extraña sensación
de escuchar sin sonido,
de sentir sin contacto,
de comprender sin miradas…
Miré tus palabras y su sonido
me llevo a historias no escritas,
a experiencias no vividas,
a sueños de fantasía…
Miré tus palabras y en mis oídos
resonó un bello canto,
un susurro seductor,
un breve llamado a la inconciencia…
Y dejé volar la imaginación
sin freno, sin restricciones,
simplemente me perdí
en la poesía, el amor y el deseo…
Mis ojos se cerraron,
con la resonancia
de la palabra escrita en mis oídos,
imaginaba tus labios mientras
mis dedos apenas los rozaban
hasta que un beso
suave y tierno salió de mis labios…
¡Juro que te besé!,
juro que la experiencia fue real,
juro que robe un beso a tus labios
por medio de la imaginación,
la sensación y la palabra escrita…
Y esa palabra
no estaba dedicada a mí,
sin embargo,
la robe de los hilos de la virtualidad
y la hice mía.
Una experiencia así,
marca una diferencia,
y para mi tú eres diferente
aunque virtual o realmente
tú, no lo sabes…