La incesante llegada de las olas a la playa,
continua melodía
que en medio de la oscuridad
nos dicen que este planeta está vivo,
un concierto de grillos y extraños sonidos
acompañan el momento,
el olor tan característico del mar.
En mis pies,
una sensación fría a intervalos,
a veces solo como suave caricia,
otras más, pequeños golpes
que por instantes tambalean mi cuerpo.
Una oscura noche,
a las orillas de una playa,
con una tormenta anunciada
por los densos nubarrones
que ocultan las estrellas y la luna.
Sé que estoy ahí sólo por el sonido,
sólo por la sensación del oleaje en mis pies,
solo por unas tenues luces
a mi espalada de una población cercana.
Estoy ahí en medio de nada,
sobrecogido por la naturaleza
y si embargo no puedo hacer otra cosa,
que pensar en ti…
Simplemente estás en mí,
eres parte de mí…
Mi pensamiento, mi alma,
mi corazón,
viven de recordarte,
viven de añorarte,
viven de esperarte.
No existe situación
en este momento de mi vida
en la que no estés,
eres mi aire, mi agua,
mi medicina y mi alimento,
eres mi calma y mi inquietud,
eres mi paz y mi fuera, eres…
el amor de mi vida.
Cierro los ojos
y no puedo evitar sentirte,
no puedo dejar de evocarte,
te siento tan cerca.
Mi alma, mi cariño y nuestra historia
me dice que estas aquí,
porque simplemente estás en mi…
Te amo,
lo he escrito en la arena para mirarlo,
para que poco a poco
las olas absorban ese mensaje
y se lo lleven convirtiéndolo en un mar,
en un océano,
en una muestra de lo grande
que es mi amor por ti…
Te amo…
y esta noche
como en cada instante de mi vida…
simplemente estás en mi…