La lluvia y tu.

La lluvia cae con fuerza esta tarde,

yo, parado en la ventana miro al cielo

con cierta tristeza, con cierta melancolía,

con una mezcla te tranquilidad e incertidumbre,

con una paz levemente alterada por la añoranza.

 

Miro la lluvia a través del cristal,

pero mi pensamiento esta lejos,

mi pensamiento esta fijo en ti,

cierro los ojos y un suspiro profundo surge,

a la vez que percibo el suave olor a tierra mojada,

por instante las paredes de concreto

que me rodea parecen desaparecer

y paisajes fantásticos iluminan

su gris tonalidad.

 

¡Me has hecho disfrutar la lluvia con tal intensidad!

Que la lluvia misma se ha convertido

en un reflejo de ti,

¡Qué bello regalo me has dado!

Ver llover se ha convertido en recordarte,

en mirarte, en disfrutarte…

 

Parece que te veo en ese mágico paraje,

danzando bajo la lluvia con los brazos extendidos,

hermosa, llena de vida,

con una natural y bella sensualidad…

 

¡Ah, te extraño tanto!

y solo han pasado unas horas de no saber de ti…

 

No sabes como ansío

tenerte en mis brazos en este momento,

sentir tu cuerpo,

desbordar este cúmulo de caricias reprimidas

y llevarte a tierras de máxima sensación,

sellar tus labios con innumerables besos,

besos tiernos, besos largos, besos apasionados…

 

Un gran estruendo rompe mi sueño

y regreso a la realidad, veo la lluvia que no cesa…

¡Eres mi vida!,

¡Te amo tanto!

 

Creo que bajaré

y dejaré que la lluvia empape mi cuerpo…


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