Instantes

¡Ah que bello, que hermoso, que maravilloso!,

instantes memorables

para el alma y el corazón,

instantes en donde

el tiempo parece tomar otra dimensión,

instantes en los que las almas se funde

bajo el reinado de la verdad,

pura, si ataduras,

sin un pasado, sin un futuro,

solo el presente,

solo el aquí y el ahora…

Instantes en los que

los sentimientos fluyen,

las almas se abrazan,

donde la realidad se vuele un bello sueño

y los sueños son la realidad.

Mi corazón saliendo de mi pecho,

mi sangre recorriendo las venas

e incendiándolo todo,

mis manos temblorosas,

mi mente incrédula ante tanta felicidad…

Y quería llenarte de besos,

de caricias, de ternura.

Mi cuerpo ansiando fundirse con el tuyo,

en un abrazo fuerte y tierno,

cálido y profundo,

mientras una verdad que crece en mi alma

y que se vuelve cada vez más incontenible,

más difícil de ocultar,

surgía de mis labios,

en forma de susurro directo a tu oído,

directo a tu corazón: TE AMO….

Y todo se volvió poesía

y todo un sonó a melodía,

una melodía interna,

una melodía silenciosa,

una sinfonía de íntima y de mutua compenetración,

una melodía provocada por labios que se rozan…

Instantes libres de temores

dónde incluso las palabras

se quedaban atónitas

ante tanta inmensidad,

ante tanta fuerza,

ante tanta emoción…

Y mi corazón quedó marcado,

¡jamás olvidaré esos momentos!…

La realidad tomó su espacio,

la velada terminó,

pero mi corazón siguió latiendo

hasta el amanecer,

saboreando los bellos instantes

que tu esencia tan especial

me hicieron vivir…


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