En medio de la oscuridad, justo al centro de la negrura, un abismo en el que sólo lágrimas y dolor se percibían… Había escuchado de él, pero no lo conocía hasta ayer.
Dudas si contestar, oscuridad total, pesimismo envolvente, un látigo que laceraba mi espalda indefensa, solo recuerdos tristes, solo futuros devastadores….

De pronto un poco de luz me hizo distinguir un camino ascendente, mi experiencia reciente me decía que era un camino peligroso, doloroso y difícil, que posiblemente me envolvería en mágicos sueños para después arrojarme al vació de la soledad, pero mi alma combativa, acostumbrada a luchar contara corriente, a encontrar belleza en medio del pantano, a tomar los senderos que nadie se atreve a transitar, decidió tomar el camino, mi corazón sabía que no era el único, pero accedía al impulso acorazándose del inmenso amor que había dejado crecer en él. Amor que ha sido poco a poco purificado en las llamas del dolor y la desesperanza.

E inicié mi camino ascendente aceptando esas palabras, palabras que como filosas rocas, me fueron ofreciendo paso a paso un camino hacia la luz, mi corazón y mis manos sangraban al asirse a ellas, en cada impulso hacia la luz, el dolor era intenso, corona de espinas pero al fin corona. Ayuda tiernamente ofrecida e inmensamente agradecida, pero crudamente triste, fatalidad que me había llevado al abismo y que ahora me ofrecía una salida.

Por momentos me sentía desfallecer, palabras dulces en un contexto aterrador, extrañas caricias de dagas filosas y torturantes y cuando ya no podía más, cuando sentía que resbalaba nuevamente hacia el abismo, una mirada angustiosa a mi alrededor encontró, otras palabras, tiernas y cándidas, bellas y esperanzadoras, plenas de una energía poderosa y amable, besos tiernos a mi adolorido corazón, y no solo eso, escucho mil voces de aliento y de cariño.

La escalada continuó, mi corazón siguió sangrando, y mi espíritu siguió tomado fuerzas de aquellas palabras que quizá no tenían la magia de ser escritas en ese instante, pero que habían sido dejadas ahí con una carga de intenso cariño….

He visto otra ves la luz, estoy cansado y adolorido, y mi mente aun no se aclara…

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Quiero agradecer primero a dos personas, la primera no puedo decir su nombre, pero sabes que hablo de ti, ¡Gracias! Me ayudaste mucho, ya leí tus palabras en otros espacios y estate tranquila los espejismos que mi mente pudo haber creado en este ascenso ya se han desvanecido, solo expreso mi sentimiento de gratitud y recuerda tu promesa para el domingo, sólo eso… Gracia a Dios porque fuiste tu. A la segunda persona es a ti Tere, espero no te moleste la mención, pero ya te lo dije y lo reitero, tienes un don, cultívalo, hazlo crecer, no sabes cuanto me ayudaron tus palabras y el sentimiento contenido en ellas, espero pronto poder nuevamente platicar contigo… Y pues no quiero dejar a un lado todas las muestras de cariño de quienes visitan y leen este espacio, ¡Gracias! Esto que leyeron es la historia de una depresión y ustedes me alentaron a salir de ella… Mi querida Ale, Linda mi bella amiga, Jarumi mi maestra amate de la poesía, Mary alma tierna que sin conocerme me llama amigo y a quien sin conocer quiero mucho, PrincesDom mi Coca amiga, y a todos los demás perdón si no los nombro pero ¡Gracias!, ¡Un millón de Gracias! No se que me depara el futuro pero aquí seguiré por un rato dejado fluir y tratando de expresar y comunicar sentimientos…

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