¿A dónde irán?
¿A dónde irán los besos,
los abrazos y las cacicas que no di?
¿Que debo hacer con la pasión,
la entrega y los sueños que no viví?
¿Serán como palabras escritas en la arena?
¿O vivirán en mí
hasta que el amor los deje surgir de nuevo?
¿Será que esta paz melancólica
se desvanecerá algún día?
¿Será que la esperanza
cambiara por ilusión?
¿Será que los sueños de hoy
serán simples recuerdos mañana?
¿Acaso existirá la metamorfosis inversa
en la que el amor se torna en perpetua amistad?
¿Debo empezar a despojarme de mis deseos?
¿Debo guardar en un baúl la pluma y el papel,
las letras y la inspiración?
¿Puede el alma vivir de recuerdos solamente?
¿De ilusiones?
¿De castillos en el aire?
¿Debo dejar de pensarte?,
¿Dejar de volar en sueños e imaginar encuentros?,
¿Cerrar ventanas, abandonar parajes
y apagar la luz del amor?
¿Debe mi voz ser silenciada?,
¿Debo mirar al horizonte
y buscar nuevos caminos?,
¿Nuevas historias?
¿Nuevos capítulos en el gran libro de la vida?
Lo que hoy tengo,
todos mis recuerdos,
todos mis escritos,
todos mis esfuerzos,
esos son míos y los llevaré conmigo siempre.
Al igual que un “nunca te diré adiós”…
Yo tampoco.
Me siento tranquilo
porque en esta historia lo di todo,
todo mi cariño,
toda mi pasión,
todos mis sueños,
todos mis recursos los puse
al servicio del amor
y fui muy honesto,
y recibí también mucho cariño,
amor, palabras bellas y admiración.
Y las preguntas que ahora me asaltan,
hoy no las quiero contestar,
no se tal vez,
solo tal vez…
mañana….
¿A dónde irán?
