Miré tu rostro doliente

Miré tu rostro doliente ante mi,
quise hablarte,
pero mi mis labios no pudieron emitir sonido,
en mi corazón mil y un sentimientos
luchaban entre si,
en mi mente muchas dudas,
muchos reproches,
tantos que me dio miedo hablar,
me dio temor a decir algo que te lastimara,
tu con tu dolor yo con el mío,
yo con mis dudas y mis tristezas,
tu con todo un compromiso a cuestas,
sabes que te amo,
que siempre te he amado,
pero se,
que me Tú me amas aun más,
que en esta relación
yo soy el que te he fallado,
sin embargo en la estreches de mi mente,
no encuentro respuestas,
no encuentro razones,
tal ves soy demasiado pequeño para comprender,
tal ves soy demasiado egoísta
para ver con claridad,
tal ves te he lastimado tanto
que me avergüenza mirar tu rostro,
para entender los porques…

Recuerdo aquella tarde de hospital,
tu me mirabas desde el quicio de la puerta,
todo era oscuridad
excepto la luz que se colaba por las hendiduras
de esa entrada entreabierta,
y que dibujaban Tu silueta,
tus mano impidiendo el paso,
cerré los ojos y cuando los abrí,
la puerta se había cerrado,
pero tuve la certeza
de que en esa oscuridad,
Tu te encontrabas,
que la puerta estaba cerrada
pero te habías quedado conmigo.

Hoy ante este dolor, me preguntó:
¿Que quieres de mí?,
¿Por qué no me dejaste partir?,
¿No hubiese sido lo mejor?,
¿Hasta cuando?, ¿Hasta cuando?...

¡Abrázame!,
enjuga mis lágrimas,
pon tu mano en mi pecho
y calma mi dolor,
no permitas que este amor profundo que siento,
se convierta en un arma del dolor…

Jesús,
si es tu voluntad que pasé este trago amargo,
dame más valor, dame más resistencia,
porque a veces siento
que estoy al límite de mis fuerzas…

Miro tu rostro doliente
y me siento avergonzado…
no merezco tu amor…


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