El valor de un "te quiero".

Dos corazones se encontraron nuevamente,
cada uno con sus propias dudas,
con sus dolores, con sus propias confusiones.
Dos corazones se encontraron
y lluvia salada mojaba los sentimientos,
tristeza e incertidumbre inundaban el ambiente.
Dos corazones se encontraron
con una realidad por enfrentar.
Dos corazones con sentimientos puros,
buscando solo el bien del otro,
buscando hacer lo correcto…

¡Qué extraños y bellos son los caminos del amor!
El amor que muestra su luz
a toda la humanidad
pero que cada uno lo percibe
de manera distinta,
lo absorbe de forma individual,
según su propia historia…

Aun mi ser se siente extraño,
cansado ante la intensa velada,
una velada cargada
de un sin fin de sentimientos
vividos al tope,
una velada con un abandono total,
con una apertura total,
con un respeto profundo,
con un cariño inmenso…

Y transcurrió lenta e inexorable,
con suplicantes mensajes ocultos,
con realidades,
con fantasmas guerreros…

Pero…
¿Quién puede contra el amor?,
¿Qué poder humano puede
siquiera manchar su esencia?,
¿Que convencionalismo social
puede marcar su rumbo?,
¿Quien puede negarlo,
si es el aire, el agua y el alimento del alma?,
¿Pueden dos almas fundidas
en un sentimiento tan divino separarse?...

Sin triunfalismos creo honestamente,
que anoche el amor se triunfó.

¡Gracia mi niña hermosa!,
porque un ultimó suspiro de esperanza
bastó para que los sueños renacieran,
para que las ilusiones regresaran,
para que la belleza de lo nuestro
tenga un poco mas de vida…
Eres un ser bellísimo,
una mujer encantadora,
una buena persona
y la dueña de mi corazón.

Mi corazón late de nuevo gracias a ti,
sabes que mi compromiso es total y absoluto
y estaré a tu lado
mientras tú así lo quiera.

Al final de la velada,
mi ser se sintió henchido de ilusión,
cariño y esperanza,
por sólo dos palabras;
honestas, sinceras, y que me dieron vida…
Anoche comprendí todo el valor de un
“te quiero”.


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