Linaje (EPDS)

2008-08-13

El caballero conoció la historia: allá en el inexpugnable bosque de las aguas está atrapada por un encanto una princesa muy hermosa y de bello corazón, yace en una caja de cristal y solo podrá ser despertada por un beso de verdadero amor. El bosque es espeso y peligroso, el hombre que entra en el puede perder la conciencia y sus más terribles miedos se volverán realidad….

Aquel caballero decidió tomar los riesgos y partió internándose en el bosque. En cada jornada al anochecer, en un paisaje húmedo y hermoso, miraba la puesta de sol hasta que la luz desaparecía, en esa oscuridad trataba de conciliar el sueño, pero en cuanto cerraba los ojos, muchos fantasmas lo atacaban, fantasmas que tomaban sus miedos, sus debilidades, sus recuerdos, sus creencias y las utilizaban como armas para debilitar su alma; cruentas batallas entre dudas, mensajeros de la desesperación, dragones con fuego llenos de desesperanza. Pero el caballero invocaba en su mente la imagen de la princesa y poco a poco los espectros desaparecían y él, a golpe de fuerza hacia crecer más y más su amor por la princesa.

El descanso era poco y las jornadas largas durante el día, la comida se agotaba, sus energías y su salud cada vez eran más precarias, ya solo lo movía su sueño, retomaba fuerza de flaqueza y retomaba el camino.


Un día, en el que sentía no poder más, escucho el correr del agua, se acerco a un pequeño claro y descubrió un manantial de aguas cristalinas, bellas flores rodeaban el estanque, sediento y cansado se dirigió a él y se inclinó para beber el agua, al levantar la vista, distinguió en medio del estanque algo extraño y se metió en él, con el agua a la cintura se acerco al centro y descubrió en medio de este, una caja de cristal cubierta con flores blancas, extendió la mano, pero dudó un instante, una inmensa emoción corría por su maltratado cuerpo, a él vinieron todas esas noches de oscura soledad, de cruentas batallas y sintió en su corazón el inmenso amor que ahora existía gracias a la entrega y la renuncia.

Con inmenso cuidado retiro las flores de la tapa de cristal y descubrió el rostro de la princesa, ¡era tan bella!, nada comparado con sus sueños, reflejaba paz y ternura…

La emoción llegaba al límite, con desesperación retiró el resto de las flores para quitar la tapa y dar tan anhelado beso, tiró de la tapa pero esta no se abrió, hizo un nuevo intento, pero sucedió lo mismo, entonces busco alguna cerradura, algo que no hubiese visto en ese momento y descubrió una inscripción en el cristal:

Sólo el linaje apropiado podrá abrir esta caja…

El era un caballero sin linaje despojado de sus títulos de nobleza por circunstancias de la vida…

Lloró amargamente y en un último aliento beso el cristal frío lo más cercano a los labios de la princesa, un labios ardientes contra el hielo…

Dicen que días más tarde un príncipe acompañado de muchos lacayos llegó al estanque y despertó a la princesa, dicen que la princesa vivió feliz, dicen que cada beso que el príncipe le da a la princesa es una lágrima del caballero y que cada mañana a las puertas del palacio aparece un ramillete de flores blancas y que cada tarde al caer el sol, el caballero se acerca al castillo para escuchar a lo lejos el canto de la princesa….


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