Hoy desperté con el sabor de tus labios en los míos, la noche se me hace eterna en tiempo y corta en sueños. Sin embargo el despertar es dulce sabiéndote en mis pensamientos, sintiendo que este retoño que comienza a crecer en el corazón pose promesa de vida…
Velada de cuentos y revelaciones, de música y silencios, de sensaciones oscilantes entre el temor y la dicha, sueño profundo y bello que es arrebatado por un rayo de luz que anuncia un nuevo día.
Con la luz se despejan las sombras y con el aire frío de este amanecer mi corazón se dispone a amar…
Buenos días vida, aquí estoy…