Las circunstancias tal vez ajenas, tal vez planeadas, tal vez necesarias para postergar que la realidad viera la luz, me llevaron a momentos de soledad, de abandono, de silencio.
Mi corazón amaba fuertemente pero no tenía más que soledad por largos espacios de tiempo, en estos momentos nace un personaje con el solo interés de romper con el silencio, de buscar una charla desinteresada que llenara espacios de larga espera.
Y así comenzó a deambular por esos espacios virtuales, al principio un solitario caballero que viajaba de aquí para allá, pero poco apoco conociendo gente de distintos lugares, con distintas culturas. Pero su camino era temporal, cuando las aguas regresaban a su nivel, este caballero pasaba al rincón del olvido.
Así permaneció por largo tiempo, pequeñas temporadas de retorno, otras muchas de olvido.
Hasta que un día la tormenta perfecta se desató, circunstancias, enfermedad, abandono, mentira se unieron para azotar las playas del corazón, para hacer de sonrisas: lagrimas, y de esperanzas: desaliento y tristeza.
Así se abandonó un sueño, se renunció a una esperanza y se estableció la oscuridad... Y en esa oscuridad una lucecilla, un retorno a caminos medio labrados, un andar de nuevo por caminos virtuales.
Hoy se reinita el camino, tal vez con un nuevo nombre, con nuevos amigos, pero siempre, con la misma esencia y el mismo corazón…
Aún hay mares por recorrer, aun caminos por andar, aun sueños que perseguir.
Bienvenido Kaballero X.