Frente al Fuego

Momentos inolvidables
que no quisiera terminar nunca,
espacios mentales llenos de vida,
de sensaciones, de emoción y sentimientos….

Al frente el significativo fuego,
símbolo de tantas cosas,
llamas intangibles que no puedes atrapar
pero si sentir,
fuego que purifica,
fuego que quema,
fuego que ilumina y da calor.

Sentados los dos frente a una chimenea,
que proporcionaba luz y calor
a una estancia en la que tu y yo,
solos, nos sentamos a disfrutar,
a platicar, a dejar fluir
una gama inmensa de sentimientos y emociones,
de presentes y de pasados…

Las llamas hacían fulgurar tu rostro hermoso,
en tonos naranja y sepia,
yo miraba el mágico espectáculo
del danzar de las llamas
pero sobre todo te miraba a ti…
Tímidamente acerqué mi mano a la tuya
y en furtivo asalto la tomé,
¡ahhh! nuestros dedos se entrelazaron
y una sensación cálida recorrió mi cuerpo.
Por impulso recargue mi cabeza en tu hombro
y todo el peso del cansancio,
de la tristeza, de la desesperanza
de los tiempos pasados descansaron,
como si el peso de las penas
se redujera ante el apoyo…

El fluir de la comunicación se dio,
y el tiempo siguió su curso
mientras crecía el conocimiento mutuo,
hablamos del ahora, de ayer,
describimos vívidamente los sucesos
de nuestras almas, de nuestros corazones,
fugaces y eternos minutos de estar a tu lado.

Soltaste mi mano
y pasaste tu brazo por detrás de mi espalda
y tu otro brazo rodeó mi cuerpo
y tu cabeza descansó en mi hombro
mientras un suspiro tuyo hizo vibrar mi alma
y en sublime momento escuche tu canto,
escuche tu voz angelical,
un don selecto de Dios para personas especiales,
un lazo de unión universal entre las almas,
¡Cuan bella y armoniosa melodía surgió de tus labios!,
mi corazón tembló de emoción y la dicha fue intensa…
suave caricia que me llevo hasta las lágrimas…

Sin aliento ante tanta belleza y armonía
el silencio ocupó su espacio,
solo miradas entrelazadas,
sin pasado, sin ideas, sólo el momento
y el latir de nuestros corazones en mágico trance.
Me acerqué a ti,
cerraste los ojos,
solo tus labios percibieron mi cercanía
detectando el calido aire de mi respiración
y después…
el roce de mis labios en los tuyos
en un beso largo y suave….

Aún cierro mis ojos
y mi corazón se expande en mi pecho,
ante el recuerdo de una velada sublime…
frente al fuego…


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