Vida mía es tu amor lo más hermoso que pudo haber llegado a mi vida, te siento en cada instante de ella, con una intensidad y una realidad que superan cualquier sueño que halla deseado o tenido, tus labios parecen posarse en los míos con tal calidez y verdad… Tu piel es para mí una experiencia existente, son tus caricias y tus besos el final de mis sensaciones y el principio de mis ilusiones. Es tu amor una lluvia que empapa mi cuerpo, que baña mi existencia que se cuela por todos los rincones de mi ser haciendo de mi un hombre feliz que se complace en el amor, en tu amor.
Tu amor es tan real y verdadero y queda plasmado día a día en mi corazón, en mi alma y en detalles tan reales que están a los ojos de quien quiera. Tus palabras en tu espacio, tan apasionadas, tan bellas, tan plenas de cariño, tan repletas de amor, tan llenas de ti… Tus imágenes que me dejan contemplarte, adorarte y amarte… Tus pláticas y todo el tiempo que me dedicas, tus mil y un “te amo” que no descuidan ni por un segundo este “nuestro amor”… El vencer poco a poco tus temores y mostrarme cuan bella y hermosa eres… Tus luchas contra quienes no han entendido nuestro gran amor… Tus renuncias: se que has dejado de firmar algunos espacios solo por complacerme, por mi tranquilidad, por darme un lugar en tu vida… Me guardas y me dejas leer transparentemente todo lo que te dicen para que yo pueda saber lo que pasa por tu vida virtual… Tu continua creatividad, tu búsqueda, el continuo esfuerzo por defender lo nuestro…
Es tu amor una realidad y todo mi esfuerzo esta encaminado a demostrarte que mi amor es también verdadero, tan verdadero como el tuyo, tan entregado como el tuyo, llenos de esfuerzos, conocimiento, cariño y renuncia. Sabes que haría lo que fuera por ti, que dejaría cualquier cosa, que haría cualquier cosa que estuviera en mis manos, tan solo por una sonrisa, solo por verte feliz.
Tere te amo con todo mí ser y quiero amarte siempre, hasta mi último aliento, hasta mi último suspiro. Tú me amas, yo te amo. Amémonos por siempre.
Tere te amo.
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