Dulce y suave amanecer,
que con tus primeros rayos
despiertas a mi alma,
anunciando la luz de un nuevo día.
Dulce y suave amanecer,
que llamas a la conciencia de existir,
que alejas la somnolencia y la oscuridad,
para mostrar con colores
que la vida sigue su curso.
Y con el despertar,
los primeros pensamientos llegan a la mente,
pensamientos que evocan a mi amor
desde los primeros segundos de conciencia.
Dulce y suave amanecer
que traes a mi amada al recuero,
a mi mente, a mi corazón,
como si al abrir los aojos encontrara
a un bello ángel durmiendo a mi lado.
Un despertar hermoso,
fantástico espejismo mental
en el que ella está a mi lado,
en el que su tierno y esbelto cuerpo
reposa junto al mío,
en el que mis ojos se colman al observarla,
tan tranquila, tan pacifica, tan sensual.
Su cabello desordenado,
sus labios tan deseados,
sus facciones finas relajadas,
sus hombros descubiertos,
una ceñida sabana blanca que dibuja su cuerpo,
fulgurante estampa que llama a la contemplación
Instantes de dicha,
instantes de un viaje que termina y otro que comienza,
el paso de los sueños de la noche a los sueños del despertar,
reflejos de un amor que vive y late
de manera permanente en mi corazón,
deseos suplicantes en el presente,
esperanzas reales hacia el futuro.
Locuras de amor
que despiertan en un suave y dulce amanecer,
que me dan energía
y me acompañan por el resto del día.
Se que puede parecer un sueño,
pero para mi corazón,
para mi alma
es una bella realidad,
tenerte aquí en este
suave y dulce amanecer.
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